En la Antigüedad era el ser. Por ejemplo, para los griegos, ser feliz era vivir en una comunidad con lazos de amistad y respeto hacia el otro como garantía de la felicidad individual.
Con la entrada del capitalismo se privilegiaba el tener.
En la actualidad, el valor se apoya en el parecer. Hoy, cultural y socialmente hablando, el éxito es parecer.
“Por consiguiente, también a las mujeres habrá que introducirlas en ambas artes, e igualmente en lo relativo a la guerra; y será preciso también tratarlas de la misma manera”.
Se dice que Sócrates vio en sueños un pequeño cisne que aleteaba sobre sus rodillas y que, desplegando luego las alas, se elevó por los aires entre dulcísimos cantos. Al día siguiente conoció a Platón y dijo: “He aquí el cisne"