En la Antigüedad era el ser. Por ejemplo, para los griegos, ser feliz era vivir en una comunidad con lazos de amistad y respeto hacia el otro como garantía de la felicidad individual.
Con la entrada del capitalismo se privilegiaba el tener.
En la actualidad, el valor se apoya en el parecer. Hoy, cultural y socialmente hablando, el éxito es parecer.